#LMEPL

lennon

Everything will be ok in the end. If it’s not ok, it’s not the end
John Lennon

 

Podemos hundirnos. Las circunstancias pueden someternos y nosotros quedar sepultados bajo su avalancha. Pueden ser simplemente nuestras cabezas, los neurotransmisores de nuestro organismo que no tengan claro cuál era la ruta correcta a seguir, o que decidan que su grupo de colegas sea demasiado reducido para que nuestro cerebro juzgue que todo va bien. Pueden hundirnos. A nuestro alrededor parece que hay personas especializadas en hacernos sentir mal; algunas que parece que lo toman como una profesión, otras como un hobby, e incluso extraños humanos a los que les hace sentir en paz consigo mismos causar desánimo y dolor a los seres a su alrededor, siguiendo una máxima inquebrantable: si yo estoy mal soy el tuerto, por lo que dejaré ciego al resto y en su país seré el rey.

Podemos levantarnos. Podemos encajar las piezas de lo que ya no funcionaba bien y conseguir que vuelva a hacerlo correctamente. Lograr integrarlo a nivel consciente, dándole cabida en nuestro cerebro y siguiendo adelante sin dejar de tenerlo en cuenta. O puede ser sin incorporarlo: decidir olvidarlo para ser capaces de dar de nuevo pasitos, y guardar la comprensión de aquello que nos tumbó para cuando estemos preparados, sin permitir que nuestra vida se detenga mientras tanto. Podemos perdonar a los que nos hunden si merecen la pena, o podemos dar una segunda oportunidad a aquellos que quizá sean dignos de ser premiados por la misma para que demuestren que su gesto ha sido una sola equivocación. Y, sobre todo, podemos no darle el gustazo a esos extraños humanos que viven de nuestro dolor de permanecer viéndonos derrotados en tierra tras su deleznable comportamiento. Ni nosotros merecemos ese castigo ni ellos esa satisfacción. Lo dicho: podemos hundirnos, pero después podemos levantarnos.

Podemos volar. Sí, en serio. Os lo repetimos “más alto”, para que no alberguéis ninguna duda: ¡Podemos volar; sí, en serio! Podemos retomar nuestra vida desde el momento en el que nos la robaron los ladrones de sonrisas, apartar la mugre que se cernió sobre aquella bifurcación para poder volver a descubrirla, desbloquear ese camino que merecíamos seguir pero nos habían cercado y, sin la menor compasión, condenar al olvido aquella dirección que la vida nos ha demostrado como errónea. Comenzar a caminar tomando ese rumbo, sin mirar ni a izquierda, ni a derecha y, ni mucho menos, hacia atrás: siempre hacia adelante y solo hacia adelante. Podemos descubrir quién está de nuestra parte e invitarle a volar con nosotros, y también dejar sin embarcar en el viaje a aquellos que quieren dinamitarnos las alas para que nos quedemos en tierra con ellos, en esa pista de aterrizaje de la que no quieren que escapemos por el mero hecho de que ellos solo permanecen allí al no ser capaces de levantar el vuelo hacia algo mejor.

Desde el justo momento en el que nos hemos hundido, lo único que podemos hacer es invertir en nosotros, apostar por nuestro bienestar, arriesgar todo nuestro capital a que ese no es el final, porque ya te lo ha dicho John: if it’s not okay, it’s not the end. Apréndete bien estas cinco letras: LMEPL. Lo Mejor Está Por Llegar. Cuando no lo veas, recítalo como un mantra. Cuando no lo pienses, conviértelo en tu hashtag hasta que vuelvas a estar en pie, y ni se te ocurra dejarlo a un lado hasta que no creas que puedes seguir adelante y volar.

¿A qué viene este arrebato de positividad? ¿Será la primavera que ha atacado con saña LCDOM y se ha pasado de sonrisas y florecillas en su ofensiva? Pues la verdad es que no, pero tampoco viene mal de vez en cuando que las flores se abran y nos paremos a olerlas. Pero no. Es cuestión de que LMEPL. Es cuestión de que no es justo que permanezcamos hundidos cuando no nos lo merecemos. Es cuestión de que las circunstancias, por muy aciagas que resulten, no tienen derecho a enterrarnos de antemano y prejubilar nuestra felicidad. Es cuestión de que esas personas, sean malas por naturaleza o simples humanos que han errado con nosotros, no tienen la potestad de hacernos naufragar para que vivamos postrados porque ellos así lo han decidido. No pueden hacerlo: nuestro rumbo solo lo decidimos nosotros, y lo tomamos hacia un único sentido posible, arriba, porque nuestro vigía nos lo grita desde lo alto. Hemos de seguir adelante porque lo mejor está por llegar, y él lo vislumbra a la perfección porque, evidentemente, lo divisa desde las alturas. LMEPL está allí, más cerca o más lejos, pero está allí, y solo hay un único camino hacia allí: hacia adelante. Siempre hacia adelante, y solo hacia adelante.

Si en este cruel momento de la vida eres el hundido, este abril puede ser el mes en el que te levantes. Si después de estar por los suelos eres el que ya se ha conseguido levantar, este abril puede ser el mes en el que consigas volar. Si ya has aprendido a alzar el vuelo, este abril puede ser el mes en el que sigas cumpliendo más y más objetivos. Y si no es abril, pues mayo. Y si no, pues otro mes, otro día, otro año, otra hora. Pero seas la persona que seas de esa terna, siempre adelante. ¿Por qué? Ya lo sabes. Por LMEPL.

Porque lo mejor está por llegar.

50 comentarios en “#LMEPL

  1. Sí, ya sé quién dices. Lo conozco. Un día me dijo que si querías llegar a la altura de un santo, lo mejor era quitarle la peana. Y por si acaso alguien comienza a encaramarse, un buen varazo en las canillas acortaba distancias y se le quitaban las ganas de tonterías.
    ¿Ahora positivismo? No sé. Soy mesetario: no creo en el positivismo. De hecho creo que un pesimista es un optimista bien informado. O mejor, ante el refrán anglosajón —¡pérfida Albión! sobre los vasos medio llenos o medio vacíos me pregunto que hubiese dicho mi abuelo: «el vaso está medio», supongo. Y punto.
    Venga, vale, se puede usar el pragmatismo objetivo como negación del pesimismo —y del optimismo, pero estamos en abril, ¡qué releñes!, no es momento—.
    En fin, que como diría mi abuela —consuegra del anterior—: «Quejarse es pecado, pero no pedir es de pobres».
    Puro «Hey, Jude».

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    1. No creas que en el Otro Mundo no tenemos algún pesimista empedernido, haberlo hayl0. Ahora bien, intentar formar parte en un momento dado de la revolución optimista sobre todo liberada por el surgimiento a tutiplen del coaching, quién sabe… puede funcionar. No a todo el mundo, y menos si en cuanto se entrega a ella empiezan a caerle palos por todas partes, pero hay personas a las que les funciona. O sea, que de vez en cuando, optimismo + resultados = persona on high.
      Tampoco dejará de haber personal de demolición de peanas por mucho LMEPL que se promulgue, pero oye, si a una sola persona le funciona, habrá que celebrar que otra persona recupera la esperanza (que es un bien bastante escaso por la Península, dicho sea de paso).
      Como poco con la entrada le hemos alegrado el día a los seguidores de los Beatles que no esperaban escuchar una canción del grupo ese día, así que para ellos LMEPL (el tiempo verbal lo dejamos como flexible, que si no no nos funciona en estos lances).

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  2. Pues a mí me ha encantado y estoy de acuerdo en todo. La vida es un sube-baja y depende de uno mismo quedarse abajo o levantar la cabeza y volver a subir. Aunque a veces lo fácil y cómodo parezca quedarte como estás, yo no creo en eso de «más vale malo conocido que bueno por conocer». Cierto que no todos tenemos las cosas igual de fáciles o difíciles, pero cada uno, en su medida y a su ritmo, podemos tener algo mejor. Enhorabuena y gracias.

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  3. Gracias por estas maravillosas palabras…ustedes se pasan, voy a añadir esta entrada a favoritos para cuando necesite levantar el ánimo. Saludos 🙂
    Pd: Viva John Lennon «Podrás pensar que soy un soñador pero no soy el único»

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    1. 186/5000
      Quizás quisiste decir: Quizá las dos canciones tienen cabida en el mundo actual, mostrando al mundo que hemos de ser positivos, pero también preocupándonos por las injusticias que suceden a nuestro alrededor.
      Perhaps the two songs have a place in the world today, showing the world that we have to be positive, but also worrying about the injustices that happen around us.
      Thanks for your comment, Sherazade!

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  4. Solo hay 10 invitaciones de estas grrr! Una les a tocado. Si no les gusta es como la serie: se autodestruirá en el acto, sino pedir Programa a juuanre@hotmail.com Va el rollo. «Me dirijo a ti para invitarte a participar en el v Curso que comienza en junio y acaba en diciembre (en agosto vacaciones) En el aplicaré la experiencia de este largo año trabajando con 33 escritores. Considero que por tu calidad deberías participar y me sentiría muy satisfecho que consideraras la posibilidad. El limite lo he puesto en 10 escritores de los cuales hay cuatro plazas ya confirmadas. He decidido establecer un precio de 25 Euros mes que me parece asequible»

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    1. Por supuesto agradecemos la invitación, o la oferta, o la propuesta, o el compendio en general, así acabamos antes. No obstante, en el Otro Mundo la cuesta de Enero (o cuesta de Martius, porque en ocasiones funcionamos con el calendario juliano) dura 12 meses, y no ganamos suficiente para dispendios extras como deportes de riesgo, aviones privados o cursos literarios.
      Enhorabuena a los afortunados, y cuidado con ellos profe, que igual nos pasan después los apuntes de tapadillo…

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  5. Increíble, estamos en la misma frecuencia. En estos momentos estoy atravesando un camino que ha sido una odisea, donde me han dicho que soy muy buena, muy creativa, pero poco comercial y por lo tanto, poco rentable. No pretendo darme por vencida y escucho Hey jude para darme fuerza. No me dejo abatir y si me caigo, me levanto.
    ¡Un fuerte abrazo!!

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    1. Vaya, pues sí que parece que hayamos sincronizado la misma frecuencia. Ya nos has avisado claramente que no te abates y si te caes te levantas, por lo que estamos convencidos desde ya que no pasará mucho tiempo hasta que vuelvas a alzar el vuelo con mucha más altura, y lo corroboran los Beatles, así que algo de razón llevarán.
      Otro abrazo fuerte para ti y ánimo, porque ya sabes: ¡LMEPL!

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