Ciberrinche

¡El Otro Mundo entra en DEFCON 1! ¡Hemos sido víctima de un ciberataque con toda la potencia de fuego de un enemigo misterioso!

Bueno, a ver… que no es que no sea verdad, pero dado que toda la “potencia de fuego” del anónimo antagonista se traduce en otorgar valoraciones con pocas estrellitas en Amazon para que una novela reduzca su puntuación, quizá más que ciberataque debamos rebautizarlo como ciberberrinche, vocablo que, a su vez, Orwell rerrebautizaría en la neolengua de 1984 como ciberrinche. Como es mejor no seguir rerrebautizando, pasamos a exponer los hechos precedentes que desembocaron en esta tragedia.

Ninguno, que nosotros sepamos.

Como esto se queda un poquito corto y no da ni para post escuchimizado, explicaremos que, hará como unas tres semanas, los técnicos más avezados del Otro Mundo se toparon con una anomalía que pocos aguardaban ya: una nueva valoración de la novela en Amazon. Dado que no había existido ninguna venta anterior a dicha reacción, tras comprobar que se trataba de una puntuación baja y exenta de reseña, nos preguntamos si habría sido un lector insatisfecho con una compra ya lejana en el tiempo o una persona insatisfecha en general con un resquemor florecido en un momento también lejano en el tiempo. De todas maneras, a estas alturas, poco iba a cambiar la cosa… La puntuación de LCDOM descendía de 4,7 a 4,1 y quedaba un poquito más fea, pero como ya intuíamos, por lo que sea, que este libro no nos iba a sacar de pobres (solo nos llevó más de un lustro darnos cuenta, pero, al final, arribamos a dicha conclusión nosotros solitos: ¡viva la LOGSE!), lo comentamos de pasada y nos centramos en el descenso del Elche CF en su centenario, que es lo que de verdad nos escuece.

Mas, ¡oh, fatalidad!, anoche uno de nuestros técnicos documentalistas volvió a echar un vistazo a las puntuaciones de Amazon. Nosotros les decimos que no lo haga, que no vale la pena, que luego todo son disgustos… pero la curiosidad mató al gato y casi también al técnico, pero esta vez del disgusto:

0 ventas nuevas = 7 valoraciones negativas + 0 reseñas desde el anonimato más profundo. ¡Dios mío, vamos a palmar! ¡Alguien está atacando la puntuación del Otro Mundo para acabar con su buen… con su fama a secas! Podemos oír el llanto de los acólitos, eternamente descorazonados por la caída en desgracia de su ladrillo favorito, y los guturales bramidos de rabia e impotencia que se preguntan “¿Por qué, Señor, por qué?” y “Why, Lord, why?”, en función de su lengua materna. ¿Qué Dios sería capaz de permitir tamaña atrocidad? ¡Nos han bajado el nivel de amarillo en las estrellitas! Parece evidente que nos hemos granjeado un poderoso adversario, pero… ¿cuál será el rostro de este cruel supervillano? Solícito como pocos, nuestro departamento de documentación ha iniciado una investigación para desenmascarar al atroz espécimen que ha iniciado las hostilidades, y ha elaborado una pequeña lista de posibles implicados en la hecatombe. No obstante, los encargados de ello son voluntarios (bueno: lo sean o no, lo que queremos decir es que no cobran por ello), con lo cual debemos decir que lo han hecho lo mejor que han podido (porque si algo nos ha enseñado el coaching es que hay que centrarse en lo positivo), y estos son los sospechosos que manejamos:

Los etruscos: la mayoría de civilizaciones posteriores debe gran parte de su cultura a los romanos, y no es un secreto. A dicha civilización debemos los acueductos y molinos, leyes, política, burocracia, las piscifactorías, los envases no retornables, los bomberos, las isletas de peatones, la comida rápida o el biquini, por no hablar del striptease (nudatio mimarium). Pues bien: ¿sabéis qué?

¡Los romanos, una mierda al lado de los etruscos! Ya habréis apreciado en el video que no nos lo hemos inventado nosotros y por tanto esto es así, por lo que quizá el ciberrinche haya llegado por parte de los etruscos (de sus descendientes, se entiende) dado que en LCDOM, a pesar del porrón de páginas que contiene, no se hace alusión a su gran cultura, su excelso arte ni al balón del Mundial de Italia 90. Un error ¿imperdonable? por nuestra parte y que hemos pagado bien caro, pero entendemos que ya estamos en paz. ¿O no? Vale que su civilización fue engullida por los romanos y estos se llevaron todo el mérito, pero nuestra valoración de estrellitas en Amazon es ahora menos amarilla: viene a ser el mismo nivel de desgracia.

La jefa de estudios: es verdad que ya hace casi un cuarto de siglo que los dos autores de LCDOM salieron del instituto del barrio más pobre de España, aunque también es igual de cierto que la jefa de estudios del momento nos tenía enfilados, con lo inocentes y angelicos que éramos… Pero el caso es que la susodicha TAMBIÉN ha publicado novelas, evidentemente con un eco mucho menor que el Otro Mundo (al menos nuestro departamento de marketing lo entiende así, o lo entendería si hubiese investigado en algún instante alguna de las novelas de la susodicha), y más de cuatro lustros después la rabia contenida ha explotado y se ha creado varios perfiles para hundir el Otro Mundo. Como plan de jubilación no suena nada mal: hay que mantenerse ocupado.

Putin: con franqueza, no creemos que tenga mucho que ver con el asunto, pero elaborar una lista de los malos más malos de este momento histórico tiene estas cosas.

Forocoches: no podían quedar fuera los maestros ibéricos del troleo, y todos sabemos que esta peña tiene la mecha muy corta… La hipótesis en este caso es que alguien de dicha web decidió que había que importunar a los de LCDOM por fabricar tamaño ladrillo, pero al resto de foreros le importamos taaaaaaaaaaaaan pooooocoooooo que la colecta para mandarnos el grupo de mariachis habitual para cantarnos el ‘Canta y no llores’ concluyó en números rojos. Pero como jorobar es gratis, fácil y divertido, se apuntaron a lo de ejecutar clics para restar puntuación a la cosa esa, novela decían que se llamaba.

Un antiguo amor: sería una historia de despecho, de odio macerado a lo largo de los años, y con tal argumento de base la presente crónica ganaría muchos enteros, pero tampoco nos engañemos… No cuela porque a nosotros no nos quiere nadie.

La murciana: tampoco cuela, porque ella es la única que nos quiere una miajica.

La editorial: ¡no, hombre, no! ¿Cómo iba a ser la editorial? Ningún escritor novel ha tenido nunca problema alguno con su editorial, ningún autor puede haberse sentido boicoteado por la empresa que se forra a su costa… Nada, esto tiene que haber sido un error de los de documentación. ¡Que este sinsentido lo apañen los de marketing!

Y la imaginación no nos ha dado para más (porque tampoco se le puede sacar mucha más punta a tamaño drama). Ahora, siendo sinceros, si esto nos pasa con nuestra opera prima recién publicada, con nuestra ilusión de primerizos a flor de piel, seguramente nos habríamos encerrado en nuestro cuarto para llorar a moco tendido y habríamos puesto el grito en el cielo. Ahora, casi siete años después… pues mira, como que el atropello ha llegado un poquito tarde, ¿no? Quizá esta persona debería intentarlo con una reseña consistente en una crítica destructiva y feroz que dejase por los suelos nuestro trabajo literario o algo así, porque quitarle color amarillo a unas estrellas en la valoración de una novela que ya ni los que se la leyeron recuerdan… como tragedia, nos parece flojita. También le recomendamos a dicho ser humano estar más atento y atentar contra nuestro ego cuando el libro salga a la luz, quizá tenga algo más de éxito en su empresa. O mejor todavía: ya que llega siete años tarde, que se ponga las pilas y lo intente con la siguiente novela que publique la dupla que esto suscribe.

Ya que los medios no iban a estarlo, ¡qué menos que alguien estuviese pendiente de tal lanzamiento!

Pd. Pero si eres etrusco, estamos en paz.

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