Brindis sin réquiem alguno

“Todos reían, borrachos como cubas en aquel enorme club de alterne a las afueras de la ciudad. La clientela habitual había sido sustituida por cuarenta arqueros con más cerveza que sangre en su aparato circulatorio, aunque a unos cuantos parroquianos parecía no acabar de importarles que cuatro decenas de soldados borrachos se follaran antes que ellos a su puta predilecta.

Los arqueros del grupo Beta eran los que más hacían esforzarse a las señoritas que allí trabajaban, lo cual era bastante lógico. Se habían encontrado escondidos detrás de un muro durante toda la escaramuza, apenas habían tenido ocasión de ver la batalla, parapetados tras su baranda. Estaban allí celebrando una victoria en la que no habían participado, y alguien debía acabar con esa frustración de una u otra manera.”

También hay fragmentos en una historia que no tienen porqué evocarnos ningún tipo de melodía, pero eso no quita que no tengamos razón alguna para imaginarnos qué canción podría estar presidiendo ese mismo momento. ¿Qué podría estar sonando en aquel garito mientras los arqueros celebraban su victoria?

Una canción festiva, por supuesto. Y dadas las fechas en las que nos encontramos, de celebración para algunos, de melancolía para otros, incluso de rabia o desesperación para unos cuantos más, queremos pensar que se puede aportar desde este fragmento alguna canción que pudiera estar sonando y aportara a alguno de estos días un brindis por un plus de felicidad en este año recién estrenado.

Lo dicho: feliz año nuevo a los habitantes de este universo de parte de los moradores del Otro Mundo. Brindamos por vosotros; ¡salud!